Introducción

Vivimos en la Argentina un momento en el que la educación pública (tanto secundaria como universitaria) está pasando por un periodo de desfinanciamiento, desarticulacion y hasta pedidos de cierre. En medio de esta desafortunada realidad, encontramos espacios que son la resistencia de estas reformas. Estos espacios educativos surgieron como consecuencia de las luchas y el esfuerzo organizado. En ese proceso de buscar alternativas en la enseñanza, se ganaron ciertos espacios educativos, y este fue el eje que decidimos analizar. Durante el primer cuatrimestre de la carrera, cursamos la materia Sociología General en la cátedra de Rubinich y como condición para aprobar la materia, además de las instancias de parcial, debíamos llevar adelante un trabajo de observación y comparación. De allí fue que nos inspiramos para realizar un trabajo del mismo estilo cuyo objeto de estudio, no solo nos parecía importante, sino que nos despertaba más interés que aquellos temas elegidos en la instancia de cursada. Para llevar adelante la observación, contábamos con el hecho de que una de nosotrxs conocía el territorio sureño, ya que es profesora de Ciencias Sociales en un bachillerato, y propuso estudiar la educación popular y su trayectoria en el Campo Tongui, tomando en cuenta el contexto sociocultural como también, puntualmente la particularidad de la enseñanza Investigación alternativa que se viene gestando en los márgenes de la ciudad. Es por esto que fuimos sujeto y objeto de observación, parandonos en la teoría del libro Outsiders de Howard Becker como referencia para realizar las observaciones. En su libro, propone el método observación participante, “ser sujeto y objeto de estudio”, y lo tuvimos muy presente en el momento de comenzar con este articulo. Otro compañero aportó la idea de llevar adelante una comparación entre bachilleratos populares y nos decidimos por el Bachillerato trans porteño Mocha Celis. Fue así como se llegó a esta propuesta de investigación que contaba con el aval de la mayoría del grupo. Es importante señalar que en el Bachillerato Warisata (que desde ahora llamaremos WS) nos permitieron acceder a las clases, y acercarnos al objeto de estudio de un modo que no pudimos en el Mocha Celis (que llamaremos MC). En este último, solo pudimos acceder a charlas públicas o abiertas, con lo cual solo contamos con las observaciones y entrevistas informales (pero ilustrativas) que les hicimos. Cada historia y cada lugar no dejan de ser una caja de sorpresas, así que nos calzamos las llantas y fuimos a visitar el primer bachi. En el plazo de un mes, tres de nosotrxs dedicamos dos días de observación para cada bachillerato. Previo al momento de realizar el trabajo de campo, hicimos nuestra investigación a cerca del lugar a donde íbamos para introducirnos en el tema. De esta forma, formulamos preguntas y puntos clave para lograr una comparación más profunda. En primera instancia… ¿Cómo es el funcionamiento de la clase puertas adentro? ¿Qué características tiene el programa curricular? Planes de estudio, duración, contenidos. Nos preguntamos acerca del modo en que se autogestionan, de la relación con el estado, qué rol cumple éste en esos espacios, y la presencia de agrupaciones políticas. Por último, ¿Quiénes integran las matrículas? ¿Cómo viven la experiencia? A continuación, vamos a hacer un breve recorrido histórico sobre la trayectoria de estos espacios alternativos de enseñanza latinoamericanista. ¿Cómo surgieron en Argentina? Luego de la crisis del 2001 en la Argentina, las empresas recuperadas, las cooperativas de educadores, los movimientos de desocupados, los sindicatos y las organizaciones pertenecientes a universidades públicas crearon los Bachilleratos Populares para jóvenes y adultos. Estos tenían como propósito incorporar al sistema educativo, a una gran parte de la población que no había podido terminar sus estudios primarios y/o secundarios por diversos motivos. Desde el punto de vista del Bachillerato popular, este motiva a que estudiantes puedan retomar sus estudios en experiencias que reivindican la formación de sujetos críticos y comprometidos con la realidad de su comunidad. Esto se logra principalmente mediante la autogestión y poniendo en práctica la perspectiva pedagógica propuesta por el brasileño Paulo Freire. Esta pedagogía consiste en que la educación deje de ser alienante y mecanicista, que no tenga jerarquías y que lleve adelante un trato horizontal. Este último punto, se enfatiza ya que le da una mayor seguridad a lxs pibes. Para finalizar, también se proponen liberarse de la llamada Educación Bancaria (término utilizado para describir al sistema tradicional educativo), adquiriendo un carácter político para concientizar al individuo quien debe convertirse en crítico de su realidad.

Para leer el artículo completo descargar el pdf: Observaciones en Bachilleratos Populares

 

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